Stolperstein, literalmente «piedra de tropiezo», es una palabra alemana que designa una piedra en nuestro camino que hace que tropecemos con ella, en plural Stolpersteine.
Desde hace unos años conocía este proyecto pero nunca me había parado a profundizar sobre él. Creo que cualquier persona que tenga un mínimo de dignidad emocional debe conocer este gran proyecto que se realiza en diversas ciudades europeas como Madrid.
Stolpersteine es un proyecto realizado por el artista alemán Gunter Demnig. con el propóstio exhortatorio para conmemorar el destino de las personas que fueron deportados y asesinados por los nazis. El método es sencillo, mediante cubos de cemento de 10x10x10 centímetros que, en la parte superior, llevan incrustadas una placa de latón donde se encuentran grabados los datos esenciales de la persona conmemorada.
Estos monumentos son colocados en aceras, haciendo el hueco necesario para ser emplazados, quedando su superficie superior casi al ras del suelo, siendo este sobrepasado solo por el leve espesor de la placa metálica, con la intención de «tropezarnos» con ellas, en esto se basa su nombre. Pero lo que se pretende es que la persona, al percibir el resalte en el camino, se detenga y se incline para leer lo que en la placa está escrito. Esta inclinación equivale a un gesto de respeto por la persona que se recuerda. Pero, especialmente, se quiere no dejar caer en el olvido la barbarie de los asesinatos cometidos por el régimen nazi.
Las piedras con su placa se confeccionan manualmente, por lo que debido a la alta demanda que ha recibido, Demnig se deja ayudar por algunos colaboradores. Dado que la muerte de las víctimas por los nazis tuvo un carácter masivo y semiindustrial, insiste que estas piedras deben realizarse en contraposición siempre manualmente.
Procura que la piedra sea colocada frente al último domicilio que ocupó voluntariamente la víctima. Tras la guerra, al quedar destruidas muchas casas, hubo calles completas que se convirtieron en espacios públicos como parques, polideportivos, etc. En estos casos las piedras se colocan lo más cerca posible de la última residencia, pero siempre en aceras o caminos, para que el caminante «tropiece» con ellas. Las piedras, una vez colocadas, pasan a ser propiedad de la ciudad o municipio.
A finales de 2008, se había instalado alrededor de 17.000 Stolpersteine en unas 400 ciudades alemanas. Más adelante, la instalación se extendió también a varias ciudades de España, Italia, Países Bajos y Hungría.
Las Stolpersteine son financiadas por donativos, colectas y apadrinamientos de ciudadanos individuales, estudiantes de colegios, gremios profesionales y comunas. Un cubo cuesta 120 euros.
Ya hay más de 50.000 Stolperteine en distintos lugares de Europa.
El 26 de abril de 2019, Günter Demnig colocó las 8 primeras piedras de memoria en Madrid. Actualmente hay 45 Stolpersteine en la ciudad de Madrid. Es una tarea aún laboriosa por completar ya que fueron 450 los deportados que vivían en Madrid al inicio de la Guerra Civil.
La lista completa y un mapa de la localización de las Stolpersteine de Madrid es una labor enorme que los propios voluntarios del proyecto os facilitaran amablemente. Tienen un perfil de Twitter (@IStolpersteine) y un email de contacto (@ibstolpersteine@gmail.com) para todos aquellos que queráis colaborar con el proyecto o directamente tengáis un familiar deportado.
Es un proyecto que está vivo por lo que es muy importante preservarlo y seguir con su labor de memoria histórica.
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