Benito Jiménez de Cisneros, nacido hacia 1502, casado con Petronila de Mendoza, era hijo de Juan, hermano de Francisco Jiménez de Cisneros, el célebre cardenal que fuera confesor de Isabel la Católica, Regente de Castilla en 1506 y de España en 1516 y promotor de la Universidad de Alcalá de Henares.
Antes de 1517, cuando fallece el cardenal, crea el mayorazgo de la casa, con una serie de bienes en Ávila, Talavera y Uceda, y desgina una suma de 8500 ducados para la edificación de su residencia en Madrid.
Se encuentra en la plaza de la Villa, esquina a la del Cordón, Sacramento y Rollo.

Fue mandada construir en 1537 por Benito Jiménez de Cisneros, sobrino-nieto del cardenal Cisneros. Tuvo que vender algunos bienes patrimoniales para poder pagar el permiso para construir su residencia. Durante el siglo XVII perteneció al arzobispo de Toledo, cardenal Bernardo de Sandoval y Rojas. Es el segundo edificio más antiguo de la plaza de la Villa, después de la Torre y Casa de los Lujanes.

La Casa de Cisneros es de estilo plateresco, como se aprecia hoy en la fachada de granito de la calle del Sacramento, con detalles renacentistas en la puerta y las ventanas. El acceso principal cuenta con un arco con dovelas de granito y una puerta de madera, profusamente labrada. La fachada principal del edificio, hoy cegada, era la que daba a la calle del Sacramento y la parte de la plaza de la Villa era la destinada a las dependencias de la servidumbre, cuadras y corrales. Este detalle se puede observar con detalle en el Plano de Texeira.

Apenas existen noticias de las transformaciones que se hicieron en la casa, aunque se sabe que sirvió de prisión al ministro de Felipe II, Antonio Pérez, acusado de la muerte de Escobedo, quién logró escapar de ella el 18 de marzo de 1590 con la ayuda de su mujer.

A la muerte del arzobispo, la casa fue adquirida por el conde de los Arcos. En el siglo XIX pasó al conde de Oñate por la unión del mayorazgo del condado de los Arcos y el marquesado de Montealegre. En 1845 el edificio se encontraba en estado ruinoso y se tuvo que reconstruir por completo. Las caballerizas y cocheras fueron eliminadas para construir una nueva fachada a la plaza de la Villa, se eliminó el balcón corrido de la fachada a la calle del Sacramento, se redujo la altura de las plantas y se redistribuyó su interior.

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