La Plaza de la Cebada acogía uno de los mercados que tenía Madrid para la venta de cereales, legumbres y tocino. El nombre se debe a que aquí se separaba la cebada destinada a los caballos del rey de la de los regimientos de Caballería. El grano lo traían a vender a esta plaza los labradores de las cercanías de Madrid.

La plaza de la Cebada fue durante el siglo XVII el lugar donde se instalaban las ferias de Madrid. Su célebre fuente de la Abundancia, diseñada por el maestro Juan Gómez de Mora, estaba formada por cuatro osos que entre los dos cuerpos que componían la parte mayor del monumento vertían el agua sobre cuatro tazas labradas en los alto de unas columnas que emergían de la superficie del estanque. En torno a su pila se congregaba al sol la flor de la gallofa de la corte. Fue demolida el 27 de marzo de 1840. También había una segunda fuente, la de Endimión, y de una menor importancia artística e histórica, construida entre 1620 y 1638.

Esquina a la calle de Toledo estaba el primitivo convento de la Latina, y dando a la plaza, el hospital del mismo nombre. El convento que fue fundado para las Concepcionistas Jerónimas; pero por los frailes de San Francisco, doña Beatriz Galindo hubo de trasladarse a donde es ahora la plaza del Duque de Rivas, y cedió el edificio que quedaba vacante a las monjas franciscas. En el hospital vivió por su rector el cronista de Madrid, Jerónimo de Quintana, que allí fundó la congregación de San Pedro de los Naturales, origen del hospital de sacerdotes.

En el siglo XIX, aquí se celebraban las ejecuciones, trasladándose desde la Plaza Mayor. Aquí fue ahorcado el 7 de noviembre de 1824 el general Riego, de quien se dice que dio todo un espectáculo de abatimiento ante la horca. La plaza llegó a recibir el nombre de Riego después de la revolución de 1868.

Aquí se construyó el Mercado de la Cebada, con su magnífica arquitectura de hierro. En 1870 fue colocada la primera piedra para su construcción, y en 1875 se abría al público este local de abastos, contando con una superficie de 6323 metros cuadrados. El espacio restante de la plaza hasta la calle del Humilladero se destinó a depósito al aire libre de frutas y legumbres.

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