Los años 1217 y 1218 fueron clave en la historia de Madrid, pero hoy nos centraremos en la primera fecha. En ese año llegaron a Madrid unos religiosos, que serían posteriores discípulos de Santo Domingo de Guzmán. Su intención era la de conseguir limosnas y ayudas por parte del Concejo y los habitantes para lograr la fundación de un convento dedicado a su diócesis. Tal fue su abrumador éxito que consiguieron su objetivo económico con creces y el Concejo de Madrid les concedió unos terrenos extramuros, pero muy próximos a la Puerta de Valnadú. La idea del Convento de Santo Domingo empezaba a germinar.


La primera medida que tomaría Santo Domingo de Guzmán referente a su convento sería la de convertirlo en el primer convento de monjas de España, estableciendo una comunidad de religiosas dominicas.
Al poco tiempo este convento fue demolido debido a su poco espacio y su sencillez estética. En 1257 se construiría otro de mayores dimensiones que se mantendría practicamente intacto en su estructura externa hasta su destrucción definitiva.


El retablo de la capilla mayor, que sería introducido en el siglo XVII, contenía grandes obras pictóricas y un estilo fuertemente barroco. Tambien las capillas laterales conservaban numerosas y maravillosas obras de autores como Ricci, Carducho o Caxés.


Pero sin duda la obra más destacada del Convento era su Madonna que era la imagen reverenciada, y que se conserva actualmente en la calle Claudio Coello, 112, donde se encuentra el Convento de Santo Domingo moderno.


Juan de Herrera elaboró el maravilloso coro, por orden de Felipe II, y que contenía el mausoleo en mármol blanco de la princesa Constanza de Castilla, nieta de Pedro I, siendo priora del convento durante 50 años. Incluso el rey Pedro I estuvo enterrado aquí, destacando su figura orante de alabastro, elaborada en 1360 y que se conserva actualmente en el Museo Arqueológico Nacional.


El príncipe don Carlos, hijo de Felipe II, estuvo enterrado momentaneamente aquí hasta su posterior traslado a El Escorial en 1573.
El Convento de Santo Domingo consiguió resistir durante 600 años, numerosos conflictos bélicos, pero con los franceses se aproximaba su fin, ya que lo usaron como Cuartel General por los invasores e incluso se llegó a incendiar su preciado archivo. Desgraciadamente este tesoro de Madrid no consiguió resistir un poco más, ya que en 1869, un año despues a la Gloriosa sucumbió a la piqueta. Las monjas dominicas fueron expulsadas y se hospedaron momentaneamente en el Convento de Santa Catalina en la calle Mesón de Paredes, hasta 1882, cuando se trasladaron al recien construido Convento de Santo Domingo, calle Claudio Coello, 112. La pila bautismal real, el Pozo de Santo Domingo, la Huerta de la Reina,la Madonna de Madrid y la fuente de la Plaza de Santo Domingo estarán pendientes de analizar en otras entradas, ya que sino esta podría ser infinita.

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