Sátiras sobre Madrid

Madrid siempre ha sido un lugar donde la sátira, las burlas y las críticas han tenido lugar. Desde los mentideros hasta los Palacios, en cualquier lugar se podían escuchar estas composiciones. Sus gentes y lugares han estado cohesionados para darnos lo mejor de lo mejor. Y aquí os traigo algunos ejemplos que os alegrarán este domingo.

La relación de Góngora con Quevedo no era muy buena como ya sabreis algunos, tanto es así que Góngora dice de Quevedo que es un borracho cuando obtiene el hábito de Santiago. También arremete contra Lope de Vega:

• A san Trago se debe y no a Santiago.
• Hoy hacen amistad nueva más por Baco que por Febo, don Francisco de Que bebo y Lope Félix de Beba.

En 1625, Quevedo compra la vivienda en la que habitaba Góngora y le dedica estos versos:

• y págalo Quevedo porque compró la casa en que vivías molde de hacer arpías.

Cuando el duque de Lerma cayó en desgracia por sus casos de corrupción durante el reinado de Felipe III, pidió el capelo cardenalicio al papa y se le fue concedido para evitar algún castigo:

• Para no morir ahorcado el mayor ladrón de España se vistió de colorado.

Al esperarse el heredero de Carlos II y de María Luisa de Orleans, la cual no parió nunca, se escuchaba esto por las calles:

• Parid, bella flor de lis, que en aflicción tan extraña si parís, parís a España; si no parís a París.

El pobrecillo Carlos II era impotente así que se crearon estas frases:

• Tres vírgenes hay en Madrid: la Almudena, la de Atocha y la reina Nuestra Señora.

Isabel II tenía una muy merecida fama de «ninfómana», asi que Manuel del Palacio le dedicó esto:

• Mas si queréis ejemplo más profundo, en Palacio hallaréis una señora que es capaz de joder con todo el mundo.

Tambien Manuel le dedicó otro epitafio donde ponía en duda el hecho de que Francisco de Asís fuera el padre real (nunca mejor dicho) de sus herederos:

• Un marido complaciente yace en esta tumba fría, del cual afirma la gente que nunca estuvo al corriente de los hijos que tenía.

La última esposa de Fernando VII, María Cristina de Borbón se casó con el guardia de Corps Fernando Muñoz tres años después de fallecer el monarca:

• Clamaban los liberales que Cristina no paría, y ha parido más Muñoces que liberales había.

El duque de Sesto fue alcalde y gobernador de Madrid y fue famoso por las duras multas que ponía a todo aquel que se atrevía a ensuciar las calles:

• ¿Cinco duros por mear? ¡Caramba, que caro es esto! ¿Cuánto querrá por cagar el señor duque de Sexto?

En la zarzuela «La Borracha» de 1904 se pone en duda la eficacia del Congreso y del Senado, vamos un poco como ahora:

• Ya han abierto el Congreso, ya han abierto el Senado pa la falta que nos hacen mejor estaban cerrados.

Son conocidos los problemas prostáticos que padecía Franco y lo fácil que firmaba condenas a muerte:

• Se levanta al tararí, se va pitando a mear, y al no salirle el pipí se sacude el pirulí y se pone a fusilar.

Ya conocimos el callejón del Infierno en otro artículo, que actualmente se llama Arco del Triunfo. Tuvieron que ensancharla para que pudiera pasar el coche real:

• ¿En qué estado se hallarán las costumbres de este pueblo, cuando es preciso ensanchar el callejón del Infierno?

Para terminar, como no, nos referiremos al Manzanares, el lugar más despreciado y con más número de sátiras posible en Madrid:

• ¿Cómo ayer te vi en pena, y hoy en gloria? Bebiome un asno ayer y hoy me ha meado.
• Tenéis una hermosa puente con esperanzas de río.
• Pues por aumentar caudal da gracias a quien le escupe.

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