El Ratoncito Pérez es uno de los personajes más queridos en la infancia de los niños españoles y en muchos países de habla hispana. Pero, ¿de dónde proviene este simpático ratón que recoge los dientes caídos a cambio de pequeños regalos o monedas?
La historia del Ratoncito Pérez no solo tiene un origen literario, sino también está profundamente ligada a la ciudad de Madrid y a la monarquía española.
El origen del Ratoncito Pérez
La historia del Ratoncito Pérez nació a finales del siglo XIX en Madrid, gracias a la creatividad del padre Luis Coloma, un sacerdote jesuita y escritor que también fue cronista real. En 1894, la Reina María Cristina encargó a Coloma que escribiera un cuento para consolar a su hijo, el pequeño rey Alfonso XIII, quien había perdido un diente a la temprana edad de ocho años.
De esta petición surgía un cuento protagonizado por el Ratoncito Pérez, un personaje entrañable que vive en una caja de galletas en el barrio madrileño de Arenal, justo donde se encontraba la confitería Prast, un establecimiento muy popular en aquella época.
Según la historia, el Ratoncito Pérez salía de su escondite para visitar a los niños que perdían sus dientes, dejándoles monedas o pequeños obsequios como recompensa.
El museo y las casas del Ratoncito Pérez en Madrid
La relación del Ratoncito Pérez con Madrid es tan fuerte que, en la actualidad, la ciudad conserva un museo dedicado a este famoso ratoncito. La Casa-Museo del Ratoncito Pérez se encuentra en la calle Arenal, número 8, justo donde la leyenda sitúa la vivienda de este singular personaje. En este espacio, los visitantes pueden conocer más sobre la historia de Luis Coloma, la creación del cuento y cómo este simpático roedor se convirtió en un icono infantil.


En el museo se expone una reproducción de la habitación del Ratoncito Pérez, además de objetos y referencias que cuentan su historia. Es un lugar lleno de encanto que atrae tanto a niños como a adultos nostálgicos de esta entrañable tradición. Pero no es la única casa que tiene ya que los madrileños han creado otras 2 casas que merecen la pena conocer.
Una de ellas se encuentra en una esquina del zócalo exterior del Metro Banco de España junto al Palacio de Buenavista. La otra se encuentra tras una rejilla en plena calle del Marqués Viudo de Pontejos. Y es que al Ratoncito Pérez le gusta moverse entre casa y casa, es multipropietario.


Un personaje universal
Con el paso del tiempo, la figura del Ratoncito Pérez ha trascendido fronteras y se ha convertido en un personaje presente en muchas culturas. Aunque en algunos países se menciona a un hada de los dientes (Tooth Fairy en los países anglosajones), en la cultura hispanohablante el ratoncito sigue siendo el protagonista.
El cuento escrito por Luis Coloma ha perdurado a lo largo de las generaciones y ha sido adaptado en diversas formas: desde libros ilustrados hasta películas y series de televisión. La historia del Ratoncito Pérez no solo transmite ilusión a los más pequeños, sino que también refleja un aspecto importante de la tradición oral y literaria española.
El Ratoncito Pérez no es solo un personaje de ficción, sino un vínculo entre generaciones que mantiene viva la magia de la infancia. Su origen en Madrid y su relación con la historia de España le confieren un valor aún más especial.
Hoy en día, visitar la Casa-Museo del Ratoncito Pérez es una forma perfecta de conectar con la historia y la imaginación de tiempos pasados. Este pequeño ratón madrileño, que hizo sonreír al joven Alfonso XIII, sigue dejando huella en la sonrisa de millones de niños alrededor del mundo.
¿Te ha gustado el artículo?
Introduce tu correo electrónico para recibir semanalmente las novedades 😺
Realiza una donación para apoyar el proyecto de Gato por Madrid
Elige una cantidad
O introduce una cantidad concreta
Hola, me llamo Adrián. Soy el creador de Gato por Madrid. Desde julio de 2016 comparto contenido histórico sobre Madrid y me gustaría continuar con ello. El proyecto siempre será gratis, pero lo cierto es que cuesta dinero y tiempo mantener vivo el proyecto, por lo que si te gusta lo que hago y piensas que sirve de utilidad lo que cuento, te animo a que me apoyes realizando una donación, por pequeña que sea, para que este gato pueda seguir contándote historias.
Dona