Al pasear por el centro de Madrid puedes encontrarte con numerosos locales centenarios, algunos muy icónicos y otros muy olvidados.
Se encuentra en la calle Preciados 24 y fue fundada en 1890.
A finales del siglo XIX, Dolores Levil Biel, una mexicana hija de españoles, se trasladaba a España para visitar a sus padres. Una vez en Madrid se queda maravillada por la alegría de la gente y decide quedarse en la ciudad. Con sus pequeños ahorros decide abrir un negocio en la calle Preciados (la gentrificación no presionaba en aquellos días) y decide vender café en su local. El café qjue vendía era suministrado por José Rodriguez, el abuelo de la actual directora de La Mexicana, que había comenzado tostando café en el patio de su casa. Tanto Dolores como José colaboraron durante años hasta que José se hizo cargo del negocio que hoy ocupa la tercera generación familiar.
José Rodríguez se quedó huérfano cuando era muy niño y comenzó a trabajar en los más variados empleos para poder sobrevivir. Compraba judías en El Barco de Ávila y las vendía en Madrid, traía vino de Arganda y se lo compraban los curas para la misa. En una ocasión una persona le pagó con un saco de café porque no tenía otra cosa que ofrecerle y así empezó su nuevo oficio, tostando ese cafe.
A partir del año 79 y tras el éxito de su primera tienda, La Mexicana comienza su proceso de expansión. Su fama era total en aquella época, llegando a formarse largas colas de gente frente a la aromática tienda roja de Preciados.
De hecho, en 1990 fue reconocida en el Guinness de los Records como «la tienda que más café vende en el mundo». Además de tener un café, el Nariño Supremo El Tambo, que es una selección especial de la cual sólo hay 250 sacos en todo el mundo. Posee el récord mundial por ser el café cultivado a mayor altura y está considerado entre los mejores cafés del mundo.
En el día de hoy podemos encontrar hasta 16 establecimientos repartidos por Madrid, León y Toledo.
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