El Bazar de la Unión: el gran escaparate del Madrid moderno

Durante más de setenta años, el Bazar de la Unión formó parte inseparable del paisaje comercial y sentimental de Madrid. Situado en un lugar privilegiado, en la planta baja de la Casa de Cordero, en el número 1 de la calle Mayor y a escasos metros de la Puerta del Sol, este establecimiento se convirtió en uno de los referentes del comercio urbano entre finales del siglo XIX y mediados del XX.

El bazar abrió sus puertas en 1880, aunque sus orígenes se remontan a algunos años antes, cuando los hermanos Siannés comenzaron a desarrollar un negocio que fue creciendo de manera progresiva hasta ocupar una amplia superficie del edificio. El solar donde se asentaba había pertenecido al desaparecido Convento de San Felipe el Real, un espacio históricamente ligado a la vida pública madrileña y al pequeño comercio, especialmente al de juguetes y objetos curiosos.

Anuncios

Desde sus inicios, el Bazar de la Unión destacó por su carácter innovador. No se trataba de una tienda especializada, sino de un auténtico universo comercial en el que podía encontrarse prácticamente de todo: artículos de quincalla, bisutería, juguetes, calzado, sombreros, muebles, lámparas, utensilios domésticos, objetos de viaje o productos relacionados con la caza. Esta diversidad, unida a la política de precios fijos, supuso una novedad en una época en la que el regateo era habitual y convirtió al bazar en un espacio accesible para públicos muy distintos.

El establecimiento funcionaba como un gran escaparate de la modernidad. Reunía bajo un mismo techo múltiples secciones, anticipándose al modelo de los grandes almacenes que décadas más tarde se impondrían en las grandes ciudades. Pasear por sus dependencias era, para muchos madrileños, una experiencia casi lúdica, especialmente en fechas señaladas como la Navidad. Durante esos días, el Bazar de la Unión se transformaba en un lugar de peregrinación familiar, donde los niños contemplaban los juguetes que luego pedirían a los Reyes Magos y los adultos encontraban regalos para todos los bolsillos.

Anuncios

Su importancia trascendió lo puramente comercial. El Bazar de la Unión quedó grabado en la memoria colectiva de la ciudad y también en la literatura. Benito Pérez Galdós lo menciona en Fortunata y Jacinta, reflejando su integración en la vida cotidiana madrileña, mientras que Ramón Gómez de la Serna lo evocó en Automoribundia como parte del paisaje emocional de su infancia. Estas referencias literarias confirman hasta qué punto el bazar era un espacio reconocible y compartido por varias generaciones.

La actividad del establecimiento se prolongó durante más de siete décadas, resistiendo cambios sociales, económicos y políticos, hasta que finalmente cerró en 1954. Pocos años después, en 1958, el local volvió a reinventarse con la apertura del restaurante Tobogán, uno de los primeros autoservicios de Madrid, símbolo de una nueva forma de consumo acorde con los tiempos.

Anuncios

Aunque hoy el Bazar de la Unión ya no existe físicamente, su recuerdo permanece como símbolo del Madrid comercial del pasado, de una ciudad en la que comprar era también una experiencia social y urbana. Su historia, conservada en documentos, crónicas, fotografías y textos literarios, sigue evocando una época en la que el centro de Madrid era un hervidero de tiendas emblemáticas y espacios compartidos que marcaron la vida cotidiana de la capital.


¿Te ha gustado el artículo?

Introduce tu correo electrónico para recibir semanalmente las novedades 😺


Realiza una donación para apoyar el proyecto de Gato por Madrid

Elige una cantidad

€2,00
€5,00
€10,00

O introduce una cantidad concreta


Hola, me llamo Adrián. Soy el creador de Gato por Madrid. Desde julio de 2016 comparto contenido histórico sobre Madrid y me gustaría continuar con ello. El proyecto siempre será gratis, pero lo cierto es que cuesta dinero y tiempo mantener vivo el proyecto, por lo que si te gusta lo que hago y piensas que sirve de utilidad lo que cuento, te animo a que me apoyes realizando una donación, por pequeña que sea, para que este gato pueda seguir contándote historias.

Dona

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Crea una web o blog en WordPress.com

Subir ↑