Hemingway y Madrid: un vínculo que superó el tiempo
Ernest Hemingway llegó a Madrid por primera vez en la primavera de 1923, animado por el consejo de su amiga Gertrude Stein: “sin duda debía ir a España”. Lo que al inicio fue un viaje periodístico para cubrir corridas de toros terminó convirtiéndose en una relación apasionada, tanto literaria como personal, con la capital española.
El Madrid de los años veinte y treinta
Entró al país por Vigo y se lanzó a una aventura de descubrimiento. Quedó cautivado por las tradiciones españolas: la tauromaquia, el vino, la intensidad de la vida popular… Stein lo había definido como un “paraíso” donde “la gente conserva su autenticidad”.
Desde aquel momento, Madrid se volvió uno de sus refugios favoritos junto con Pamplona, aunque fue la capital la que marcó más profundamente su obra y su vida. Incluso llegó a declarar: “Madrid es la más española de todas las ciudades”, fascinado por su diversidad cultural y su entorno geográfico.
Durante la Guerra Civil, ejerció como corresponsal, trabajando en espacios clave como el edificio de Telefónica, en plena Gran Vía, sede de la Oficina de Prensa Extranjera.
Tabernas, bares y rincones cargados de historia
Hemingway disfrutaba adentrándose en la vida nocturna madrileña, con visitas frecuentes a locales que aún hoy guardan su memoria:
- Restaurante Botín: solía pedir cochinillo asado y escribió aquí pasajes de Fiesta y Muerte en la tarde. Incluso intentó cocinar paella, sin demasiado éxito.
- Museo Chicote (Gran Vía): escenario de relatos como La denuncia y La quinta columna. Aquí se servía su cóctel favorito, el Papa Doble.
- Cervecería Alemana (Plaza de Santa Ana): un punto de encuentro para cervezas y cafés, con anécdotas que dejaron huellas físicas en el local.
- La Venencia, taberna del Barrio de las Letras vinculada al mundo taurino, donde probaba tapas y brandy. Hoy mantiene casi intacta su atmósfera original.
- Villa Rosa, célebre tablao flamenco de la calle Núñez de Arce, que le impresionaba profundamente y donde aún resuena el arte que lo inspiró.
Otros lugares como El Callejón (Ternera) o el desaparecido Bar Álvarez también formaban parte de su itinerario habitual.
Hoteles y espacios emblemáticos
En Madrid se alojó en distintos hoteles que marcaron etapas de su vida:
- Pensión Aguilar, en la calle San Jerónimo, donde residió con su familia y escribió desde la habitación número 7.
- Hotel Florida, en la Plaza del Callao, centro de reunión de corresponsales durante la Guerra Civil; fue demolido en 1964.
- Hotel Madrid Gran Vía (actual Tryp Gran Vía), que recuerda con una placa su estancia en 1936, cuando redactó parte de sus crónicas.
- Hotel Suecia, donde se conserva un cóctel en su honor.
- Hotel Palace, mencionado en Fiesta, célebre por su bar refinado y la hospitalidad de su servicio.
Conmemoraciones y legado
En 2023, el Ayuntamiento de Madrid celebró el centenario de su primera visita con el recorrido “Hemingway, un americano en Madrid”, dentro del programa Pasea Madrid. Este itinerario incluía hoteles, tabernas y lugares literarios ligados al escritor. Además, la asociación Soy de la Cuesta, en colaboración con el Barrio de las Letras, impulsó rutas, talleres y actividades como Toros y letras, además de experiencias en el histórico Hostal Aguilar.
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