Madrid está llena de farmacias centenarias, cada una con una historia especial. Ya comentamos en su día la Farmacia León, importante botica de más de 300 años de historia en el corazón del Barrio de las Letras. Y hace muy poco también hablamos de la Farmacia Malasaña, más humilde pero de gran importancia. La que hoy nos ocupa tiene similitudes con la última mencionada. Hoy escribimos sobre la Farmacia Lavapiés.
Bajando la calle Lavapiés, llegando a su plaza más importante, nos encontramos este maravilloso local en una esquina con Sombrerete. Lo primero que llama la atención de esta farmacia es su cuidada fachada de madera roja con cristales pintados y llena de elementos alusivos al oficio en color blanco con fondo negro. Se desconoce mucha historia de la farmacia, aunque sabemos que fue fundada en 1852 por el doctor Don Manuel Pardo y Bartolini.

Cuando este fallece, su viuda Romualda Puertas y Morellón solicita la continuidad del negocio en abril de 1880. Dado que Romualda no tenía el título de Farmacia, y la ordenanza de la época no le permitía llevar a ella misma la botica, tuvo que nombrar un regente, José Úbeda y Corral, al cual le sucedieron las siguientes cuatro generaciones de la familia Martínez.
El interior ha perdido parte de su aspecto original pero se ha reformado para modernizarse y adecuarse al siglo XXI. En 2008, María Esteban Jiménez pasó a controlar esta icónica farmacia del corazón del Lavapiés. Esperemos que sigan escribiendo mucha más historia.
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