La célebre Doña Manolita empieza su andadura como lotera con tan sólo 25 años, donde se instala en la calle Ancha de San Bernardo, en la administración 5 de Madrid. Allí vendió numerosos ejemplares de lotería, sobretodo a los estudiantes de la zona de Universidad. La clientela comenzó a aumentar rapidamente, ya que Manolita repartía números que serían premiados.
En 1910, se contaban 53 despachos de lotería en Madrid, siendo el suyo el más famoso. El traslado al local actual se produce en el año 1931, en el despacho número 67 de Madrid.
Toda la familia de Manolita se dedicaba a la venta de billetes, su hermana era lotera y su marido colgó la “garrocha” de picador de toros para convertirse en lotero.
A pesar del fallecimiento de Doña Manolita en 1951 con 70 años, el local sigue con buena salud económica y es uno de los lugares de peregrinación por parte de los madrileños y visitantes en épocas navideñas.
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