Durante la Guerra Civil española muchas ciudades se vieron asediadas y bombardeadas sin piedad. Madrid fue una de ellas, y desde la Casa de Campo se realizaban estas barbaridades, donde estaba el bando nacional. Desde allí se realizaban golpes estratégicos en puntos clave de la ciudad. Uno de los lugares más afectados fue el Hotel Florida, un importante hotel desaparecido que estaba situado en plena Plaza del Callao.

Este hotel tenía una mezcla de estilos, entre neoclásico y estética neoyorquina, siendo un edificio de gran volumen y contundencia. En la fachada destacaban las ventanas y los pilares que formaban un magnífico grupo compositivo.

En julio de 1936 fue requisado el edificio. Era un punto clave de intelectuales extranjeros como Ilya Ehrenburg, Ernest Hemingway, Mijail Kolstov o John Dos Passos. Incluso el propio Hemingway tenía habitaciones en el refugio del hotel.

Durante la guerra el edificio fue destinado para hospedar a los pilotos extranjeros de la aviación gubernamental. Se hospedó el general Vladimir Goriev, principal asesor soviético de Madrid y tambien los pilotos franceses de la escuadrilla de André Malraux.

Durante la primavera de 1937, los corresponsales soviéticos Kolstov y Karmen abandonaron el hotel y se trasladaron al hotel Capitol, justo al otro lado de la plaza, pero mucha mejor resguardado de la artillería enemiga. Después se trasladaron al hotel Palace y finalmente al hotel Gaylord’s.

El 14 de diciembre de 1936, el cuartel general de los nacionales, recibieron la información errónea de que la Brigada Internacional se hospedaba en el Hotel Florida. En realidad se hospedaban oficiales con permiso en descanso o convalecientes.

Aunque en otoño de 1937 si se hospedaban aquí las Brigadas Internacionales, por lo que el bando nacional atacó con artillería al hotel.

Existen muchos testimonios de este constante ataque al Hotel Florida, como los escritos por Dos Passos o Hemingway. Muchos sostenían que al estar a tan sólo 7 manzanas del Palacio Real y su cercanía geográfica con el frente de Madrid lo puso en el punto de mira. Pero en realidad tenían un objetivo claro, causar víctimas entre el selecto personal militar enemigo que residió en el propio hotel.

Actualmente hay otro edificio sobre los terrenos donde se encontraba este célebre hotel, de una marca comercial de gran importancia.

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Bibliografía consultada:

• Arquitectura perdida Madrid (1931-1939); María Andrés Urtasun; Editorial Y

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